El proyecto fue encargo del entonces Patronato del Parque Rufino Tamayo, conformado por vecinos de la zona. El parque acababa de pasar una remodelación supervisada por el Municipio de San Pedro por lo cual, Parques de México entregó un plan de sostenibilidad financiera relacionado con los atractivos de dicha remodelación. Se realizó un plan enfocado en las oportunidades relacionadas con concesiones, así como una propuesta de actividades programáticas que tambien podrían representar un ingreso para el parque; también fueron entregados los criterios de operación y corridas financieras específicas para este parque.