El espacio público tiene numerosos beneficios para las comunidades y las personas que las integran. Desempeñan un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida de las personas, la construcción de comunidades fuertes, la creación de entornos urbanos más inclusivos y sostenibles, incrementan la plusvalía de la propiedad pública y privada, multiplican la actividad comercial, refuerzan la seguridad pública y promueven la biodiversidad, entre otros. En este blog nos centraremos en los beneficios que generan desde el punto de vista social, entre los que destacan los siguientes:
Interacción social. Los espacios públicos fomentan la interacción y el encuentro entre las personas. Proporcionan lugares de reunión donde las personas pueden socializar, establecer relaciones, compartir experiencias y fortalecer los lazos comunitarios. Estas interacciones sociales ayudan a promover el sentido de pertenencia y la cohesión social.
Salud y bienestar. Los espacios públicos ofrecen oportunidades para la actividad física y el ejercicio, lo que contribuye a la salud y el bienestar de las personas. Parques, plazas y áreas verdes proporcionan lugares para caminar, correr, andar en bicicleta y disfrutar de actividades al aire libre. Estas actividades físicas regulares ayudan a reducir el estrés, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.
Recreación y entretenimiento. Los espacios públicos brindan lugares para el entretenimiento y la recreación. Parques, áreas de juegos, canchas deportivas y espacios culturales ofrecen oportunidades para el ocio, la diversión y la participación en actividades recreativas. Estas áreas contribuyen al equilibrio entre el trabajo y el descanso, y promueven un estilo de vida activo y saludable.
Y es que, en un contexto caracterizado por el cada vez más frecuente traslado de actividades a la vivienda (trabajo, educación, recreación e incluso abasto), el ritmo de vida acelerado y la globalización, se hace evidente la necesidad de revalorizar el espacio público en nuestras ciudades como elemento articulador de la trama urbana, como pieza clave en la democratización de la ciudad y escenario para la construcción de comunidad. En este sentido, es importante preguntarnos, ¿hasta qué punto estamos siendo participes de los beneficios antes mencionados?, y aún más, ¿contamos con suficientes espacios para acceder a estos?
Muchas ciudades del mundo han reconocido la importancia del espacio público y han avanzado tanto en el diagnóstico como en el impulso de estrategias que promueven el diseño, uso y gestión de mejores espacios, como Curitiba (Brasil), Rotterdam (Países bajos), Nueva York (E.U.A), Madrid (España) o Toronto (Canadá) que se posicionan como algunas de las ciudades con las mayores superficies de espacio público por habitante.
Por su parte, en el 2018, WRI-México presentó un estudio en el que aseguró que los mexicanos sólo teníamos acceso a un promedio de 1.2 m2 de espacio público por habitante en las ciudades mexicanas, cifra que se encontraba muy por debajo de los 9m2 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de los 15m2 que sugiere UN-Hábitat, evidenciando así que aún hay mucho que hacer con respecto a este tema.
Con este estudio, el Laboratorio Parques busca avanzar hacia la definición de un valor de referencia o promedio de superficie de espacio público por habitante actualizado y que sirva de base para futuros estudios.
El universo muestral corresponde a las 10 Zonas Metropolitanas (ZM) más pobladas del país según el reporte “Metrópolis de México 2020” elaborado por la SEDATU, mientras que la muestra se integra por los 10 municipios centrales de estas ZM a fin de garantizar su representatividad y la disponibilidad de información.
De acuerdo con el INEGI, en el 2020 las 10 ZM más pobladas del país concentraban al 35.48% de la población nacional, de la cuál, el 46% vive en los 10 municipios centrales de estas aglomeraciones urbanas, es decir, aproximadamente 20,750,848 habitantes.
Los datos correspondientes a la disponibilidad de espacio público por habitante se recopilaron de fuentes oficiales de los distintos municipios analizados, principalmente de los reportes realizados por los Institutos Municipales de Planeación.
Adicionalmente a la estimación de la media de espacio público por habitante en Zonas Metropolitanas, se realizan las estimaciones del déficit actual y el requerimiento de espacio público con una proyección de crecimiento poblacional al 2030. Para esto último se utilizó la población 2020 y las tasas de crecimiento 2010-2020 del municipio central de cada ZM.
Primeramente, se reconoce que este indicador es muy variable entre los diferentes municipios analizados, tanto así que entre el valor más alto y el más bajo existen 6.7 metros cuadrados de diferencia. Sin embargo, en todos los casos, los valores son inferiores a los parámetros internacionales, es decir, ninguno de los municipios analizados cuenta con la superficie mínima deseable para garantizar a sus habitantes el acceso a los beneficios inherentes al espacio público.
De las 10 ZM analizadas, solamente 3 se encuentran por arriba de la media estimada en este estudio (Ciudad de México, Toluca y Mérida). En tanto que, de todas las que se encuentran por debajo de la media, son Guadalajara y Tijuana las que presentan mayor déficit.
En promedio se cuenta con 4.62 metros cuadrados de espacio público por habitante que se traduce en un déficit actual y generalizado de 18,091 hectáreas con respecto a la oferta actual en las 10 ZM (considerando como valor de referencia deseable los 9m2 que establece la OMS, de utilizar los valores de UN-Hábitat este déficit sería mayor). De esta manera, nos enfrentamos al reto de construir mayores y mejores espacios públicos que contribuyan a la democratización de nuestras ciudades, a la justicia urbana y al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes. Esto es prioritario, sobre todo considerando que se prevé un aumento generalizado de la población urbana que para el caso de las 10 ZM analizadas ascenderá aproximadamente a 4,001,152 habitantes en 2030 y que por consiguiente requerirán de aproximadamente 3,601 hectáreas adicionales de espacio público, que en conjunto con el déficit actual representan el gran reto de solventar una demanda al 2030 de 21,692 hectáreas de espacio público para cumplir con los estándares internacionales mínimos.
A partir de la elaboración de este breve estudio compartimos las siguientes reflexiones:
Aunque tradicionalmente se ha considerado el parámetro de la OMS y recientemente el de UN-Hábitat como valores de referencia para evaluar la disponibilidad del espacio público, no existe claridad en cuanto a su origen, definición y por consiguiente su validez. De esta manera, resulta necesario trabajar en la definición de un parámetro actualizado para evaluar la disponibilidad del espacio público en nuestras ciudades.
Existen poca información disponible y actualizada. Los municipios carecen de un inventario de sus espacios públicos o no se encuentra alineado a la normativa oficial (NOM-001-SEDATU-2021), lo que dificulta la homogenización de criterios para el desarrollo de estudios comparativos.
Es importante trabajar en el diagnóstico especializado y la elaboración de indicadores comunes que nos permitan avanzar en el monitoreo, evaluación y mejora de nuestros espacios públicos. Apostarle a la generación de información y métricas fortalecerá la toma de decisiones y la transformación de nuestras ciudades en entornos mucho más habitables.
El análisis de la disponibilidad y cobertura de nuestros espacios públicos es un ejercicio necesario para avanzar en la construcción de asentamientos humanos más justos y democráticos, pero esta cuantificación debe complementarse con el diagnóstico situacional de estos espacios, conocer las condiciones de sus activos, su uso, las dinámicas dentro y entorno a estos.
El Laboratorio Parques trabaja en una primera aproximación a la estimación de la
media nacional de superficie de espacios públicos por habitante a fin de contar
con un parámetro actualizado que contribuya a la evaluación y posterior
desarrollo de proyectos y políticas públicas entorno a este tema.