13 junio 2014 - 16:53,
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Para evaluar la seguridad de cualquier parque infantil, los factores más importantes a tener en cuenta son las superficies, la estructura y la disposición de los distintos elementos, así como la inspección y el mantenimiento de las instalaciones.
Superficies
Uno de los factores más importantes para reducir las lesiones por accidente (y su gravedad) que se producen cuando los niños se caen de las instalaciones es que la superficie del suelo sea adecuada. La superficie que hay bajo las instalaciones debe ser lo bastante blanda y recia como para amortiguar el impacto de la caída del niño.
A continuación detallamos algunos aspectos a tener en cuenta:
- El hormigón, el asfalto y el pavimento son peligrosos e inaceptables. El césped, la tierra y las superficies de tierra compacta también son inseguros porque las condiciones meteorológicas y el desgaste pueden reducir su capacidad para amortiguar la caída del niño.
- Sobre el suelo de los parques infantiles no debe haber agua estancada ni objetos que puedan hacer que un niño tropiece y se caiga, como rocas, tocones o raíces de árboles.
- No debe haber materiales peligrosos, como fragmentos de vidrio, metales cortantes o cables retorcidos.
La superficie que cubre el suelo debe estar compuesta por materiales no compactos, como virutas de madera, acolchado de paja o de cortezas, arena,
- gravilla o goma triturada. Las virutas de madera con tratamiento de arseniato de cobre cromatado (CCA, por sus siglas en inglés) no son recomendables, puesto que este material puede ser peligroso para la salud.
- También se consideran seguras las superficies de recubrimiento de caucho o de materiales similares al caucho que hayan sido sometidas a las pruebas de seguridad pertinentes.
- El recubrimiento de caucho y el relleno de virutas de madera son los que permiten el mejor acceso a las personas que se desplazan en silla de ruedas.
- Para instalaciones de una altura de hasta 2,5 metros (8 pies), deben utilizarse materiales de relleno no compactos de una profundidad de 30 cm (12 pulgadas). El material de relleno de estas superficies no debe compactarse, porque, en tal caso, se reduciría su efecto amortiguador.
- Ningún material se considera seguro para la superficie de un parque infantil si la altura combinada de las instalaciones de juego y del niño (ubicado de pie sobre la plataforma más alta) supera los 3,7 m (12 pies).
- La superficie amortiguadora debe extenderse como mínimo 1,8 m (6 pies) más allá del área ocupada por las instalaciones de juego. Puede requerirse una mayor cobertura, dependiendo de lo alto que sea el tobogán o de la distancia hasta donde llegue el columpio.
- Si se coloca material de relleno sobre una superficie dura (como el asfalto o el hormigón), deberá haber una capa de 7,5 a 15 cm (3 a 6 pulgadas) de material de relleno, como la grava, una capa de tela geotextil, una capa de material de relleno y luego un recubrimiento anti-impactos bajo las instalaciones.
Tenga en cuenta que, aunque se utilicen unas superficies adecuadas para el suelo, no es posible prevenir todas las lesiones. Además, cuanto más altas sean las instalaciones, mayor será el riesgo de que los niños se lesionen al caer desde ellas.
Estructura y disposición de las instalaciones
Las instalaciones de los parques infantiles deben estar pensadas en tres grupos diferentes de edad: lactantes y niños pequeños de hasta 2 años, niños de 2 a 5 años (edad preescolar) y niños de 5 a 12 años (edad escolar).
En los parques infantiles más seguros, las zonas de juego para los niños más pequeños están separadas de las de los niños mayores y hay señales que delimitan claramente cada zona para evitar posible confusiones.
Los niños pequeños no deben de jugar en instalaciones diseñadas para niños mayores, porque su tamaño y proporciones no son los adecuados y esto puede generar accidentes. Del mismo modo, los niños mayores no deben jugar en instalaciones diseñadas para niños pequeños, ya que su tamaño y disposición, pueden ocasionarles problemas.
A continuación se detallan algunos aspectos a revisar para comprobar que las instalaciones han sido diseñadas y dispuestas de una forma que garantiza la seguridad de los niños:
- En las superficies elevadas, incluyendo las plataformas y las rampas, debe haber barandillas y barreras de protección.
- Las estructuras de más de 76 cm (30 pulgada) deben estar separadas entre sí por un mínimo de 2,7 m (9 pies).
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- Los columpios, los subibajas y otras instalaciones provistas de partes móviles deben ubicarse en un área distinta e independiente del resto de las instalaciones del parque.
- Debe haber un máximo de dos columpios por cada estructura de soporte.
- Los columpios para los más pequeños con asientos en forma de cesta deben tener su propia estructura de soporte.
- Los columpios deben colocarse con una separación entre sí de un mínimo de 60 cm (24 pulgadas) y con una separación de un mínimo de 76 cm (30 pulgadas) entre el columpio y la estructura de soporte.
- Asegúrese de que no existen espacios donde podría quedar atrapada la cabeza, el brazo o cualquier otra parte del cuerpo del niño. Todas las aberturas de las instalaciones (por ejemplo, los espacios comprendidos entre los peldaños de una escalera o las barras de una barandilla) deben medir menos de 9 cm (3½ pulgadas) o tener un anchura superior a los 23 cm (9 pulgadas).
- Las redes para trepar deben tener aberturas que no sean lo bastante estrechas como para que el cuerpo del niño pueda pasar a su través ni lo bastante anchas como para que se le pueda quedar enganchada la cabeza. Las redes con orificios de un perímetro de 43 a 46 cm (de 17 a 18 pulgadas) implican un riesgo de estrangulamiento.
- Las instalaciones que dispongan de partes móviles, como los subibajas y las calesitas, se deben revisar para comprobar que no haya puntos donde el niño podría agarrarse las manos o los dedos.
- Las instalaciones de los parques infantiles deben estar fabricadas con materiales resistentes que no se rompan fácilmente ni se desgasten demasiado por efecto del clima.